30 de octubre de 2012

“La UNASUR es la búsqueda de la identidad latinoamericana”

Alí Rodríguez Araque, el Secretario General de la UNASUR


Alí Rodríguez Araque, el Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas, es un político venezolano con una larga y apasionante historia, en la tradición del continente. Fue el "Comandante Fausto" de los grupos armados de izquierda que luchaban contra los gobiernos del llamado Pacto de Punto Fijo en los´60 y´70. Luego asumió la política pacífica parlamentaria. Colaborando con el Presidente Hugo Chávez, ha sido Ministro de Energía y Minas (petróleo), Secretario General de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Presidente de PDVSA, Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Economía y Finanzas.

Es Jorge Gestoso, quien fuera durante 16 años la cara de la CNN en español, quien lo entrevista en este reciente reportaje publicado por Telesur. En él Rodríguez Araque hace referencia a temas puntuales, como la situación de Julián Assange, pero sobre todo llamó a buscar una integración que permita consolidar la identidad de la región, con proyectos que fortalezcan una cultura compartida, a través de los ideales bolivarianos que veían a América Latina como una sola nación para garantizar el desarrollo de todos y cada uno de sus habitantes. En el Foro San Martín nos pareció interesante reproducirlo íntegramente.

Les habla Jorge Gestoso desde la sede de la Unión de Naciones Suramericanas en Quito, Ecuador. En el programa de hoy tendremos al secretario general de la Unasur, Alí Rodríguez.

J.G. Señor Alí Rodríguez, una cálida bienvenida al programa. Hay cierta falta de información respecto a Unasur, cuéntenos y repasemos exactamente ¿Qué es Unasur?
A.R. Unasur es el resultado de un largo proceso, diría que de siglos, tal como lo dice el preámbulo del acta constitutiva del organismo, tenemos una historia compartida los doce países que integramos hoy la Unasur, por lo que inspiró toda la gesta emancipadora de toda esta región no fue constituir naciones separadas por si solas sino, como Bolívar esperaba de la América Española, formar una sola nación.
Tenemos el mismo origen histórico, ocupamos el mismo territorio, tenemos la misma cultura, las mismas costumbres, incluso podríamos decir que compartimos los mismos problemas.
J.G La Unasur nace al mismo tiempo que varios organismos en América Latina, por ello hay quienes pueden decir, ¿Para qué una más?
A.R. Esto ocurre porque todo está alineado en el propósito que comentábamos, en un mismo sueño de integración y la unión de todas las repúblicas de la región. Bolívar incluso hablaba de una sola república, por eso se han desarrollado un conjunto de iniciativas como la Comunidad Andinas de Naciones (CAN), el Mercado Común del Sur (Mercosur), Asociación Latinoamérica de Integración (ALADI); en fin, esfuerzos sistemáticos permanentes en la búsqueda de la unión.
La Unasur surge ya, como lo dice su declaración constitutiva, como la búsqueda de la identidad y la ciudadanía para que todos nos sintamos como integrantes de una misma nación, que compartamos una misma ciudadanía e incluso podamos desplazarnos igualmente indiferentemente por toda la extensión de los casi 18 millones cuadrados de territorio que conforman la Unasur.
J.G. Desde el punto de vista de recursos naturales, ya sean de territorio o de población como usted habla, ¿De qué cifras estamos hablando?
A.R. La gran fortaleza que caracteriza a esta gran región, es precisamente la de constituir el mayor reservorio de recursos naturales del mundo; no hay nada que aquí no exista, tenemos la mayor reserva de agua dulce del mundo, tenemos 3 de las ocho grandes cuencas del mundo, todos los minerales que existen están alojados acá, la tabla periódica completa de Mendeleiev y posiblemente los recursos minerales que aún no han sido clasificados.
Tenemos el mayor reservorio vegetal del mundo, la mayor reserva de biodiversidad y el mayor pulmón vegetal en la Amazonia, en fin, qué no hay acá si también tenemos el mayor capital humano y todas las fuentes primarias de energía; agua, sol, viento, gas, petróleo, entre otros; tenemos todo lo necesario para formar a esta región en una gigantesca potencia no solo de recursos naturales sino en el gran desarrollo sostenido de todos los seres humanos de la zona e incluso a los de otras regiones.
J.G. Hay quienes son escépticos y dicen que América del Sur, una región rica habitada por pobres. ¿Qué nos está pasando, qué nos pasa, que con tantas riquezas y recursos nos califican de subdesarrollados y tercermundistas?
A.R Precisamente el gran reto que tenemos por delante, y es el objetivo inmediato de los países que integran la Unasur, es la de superación de la pobreza. Actualmente existen unos 130 a 134 millones de pobres; y la pobreza lleva consigo muchos otros padecimientos como el hambre. De manera que debemos trazar una estrategia y un plan para el aprovechamiento óptimo, racional de los recursos naturales que tenemos que comprenden no solo la explotación o la extracción, sino también la transformación; es decir, trazamos una política de industrialización para superar algunas paradojas.
En los intercambios extra regionales estamos exportando más materia prima que productos elaborados, y los que exportamos son de baja composición tecnológica, en cambio, en el intercambio intrarregional sucede lo contrario, es decir, que el mercado interno regional nos ofrece gigantescas posibilidades para garantizar el trabajo digno permanente para esos millones de pobres que tenemos. Podríamos garantizar la preparación técnica de miles de suramericanos para el despliegue del esfuerzo industrial, del desarrollo del conocimiento. Estos avances podrían garantizar el desarrollo de la tecnología y el intercambio cultural en general, de manera que las posibilidades que tenemos por delante a través del desarrollo de la unión son inconmensurables.
J.G. ¿Cómo conciliar dentro de Unasur visiones tan diferentes?¿Se puede?
A.R. La gran virtud que se tiene dentro de la Unasur es la unión de la diversidad, aquí no se imponen patrones rígidos a los cuales deben someterse todos los Estados miembros. Cada país en base a su soberanía, decide las reglas de su política interna; ahora, dentro de toda esa diversidad hay intereses comunes que definen una política o estrategia común en base a la cual todos trabajamos. Por ejemplo, hay reiteradas declaraciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) respecto al principio de la propiedad permanente y soberana de los Estados y sus recursos naturales; lo que representa un principio rector que todos compartimos y es recogido en todas nuestras constituciones. Está en el interés común de todos nuestros Estados obtener el mejor provecho de todo el potencial de la gran variedad de recursos naturales que tenemos, lo que comporta un aspecto económico y ambiental.
En lo económico, porque el acceso al recurso natural representa una contribución en forma de regalías y también una contribución tributaria por el concepto de los enriquecimientos que genera el aprovechamiento del recurso natural. También toca el tema de la participación de los Estados en la constitución de las empresas mixtas cuando no son estatales, incluso problemas de soberanía como es donde se dirimen las dudas y controversias. Las controversias, por ejemplo en Venezuela, deben resolverse en los tribunales venezolanos en base a mi experiencia. En fin, cómo se realiza el aprovechamiento de los recursos naturales sin que esto impida la participación de los capitales extranjeros, lo cual es necesario.
Por ello se debe tener una estrategia y un plan, que no solo implique la extracción y transformación, sino la formación, el desarrollo de la tecnología, financiamiento, que son factores que deben ser incluidos en todo el orden económico.
J.G. Ustedes está apuntando a crear una instancia donde nosotros regionalmente podamos apelar a instancias de derechos humanos para que no tengamos que recurrir, como lo hemos hecho hasta estos momentos, a instituciones donde aparecen actores que no tienen nada que ver con la región. ¿Esa es una de las formas?
A.R El tema de los derechos humanos es un tema capital, y está incluido en los principios rectores de la Unasur, y en eso hay criterios unánimes de la Unasur.
J.G. También en el campo económico, financiero, ¿Podría ubicarse temas como, por ejemplo, el Banco del Sur?
A.R. Por supuesto, proyectos como de los que hablé anteriormente implican gigantescas inversiones. Por ejemplo, una instalación de aprovechamiento eléctrico a través de recursos hidrológicos implica inversión de miles de millones de dólares; igualmente si son termoeléctricas, o refinerías, o industrias de carbón o mineras, son inversiones mil millonarias, de manera que eso implica tener organismos financieros e incluso contar con una nueva arquitectura financiera de los países que integramos la Unasur, a través de instituciones como el Banco del Sur, que deben ser fortalecidas para llegar a tener capitales entre 20 y 200 mil millones de dólares para poder acometer planes de gigantescas inversiones para obtener los beneficios que se quieren.
J.G. ¿Por qué no recurrir en lugar del Banco del Sur, a otras instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional? ¿Cuál sería la diferencia?
A.R. El Banco del Sur va a financiar el desarrollo de la región, y dispone de requisitos que no tienen la inflexibilidad ni el peso descomunal que tiene el pago de los préstamos que tienen otras instituciones. Lo que está planteado es que los países de la Unasur negocien de conjunto y no fragmentados como ha venido ocurriendo actualmente. Si negociamos para un proyecto conjunto como la construcción de un gasoducto, de una refinería o un proyecto hidroeléctrico, los financiamientos serán mucho más suaves que si se negocian por separado. Las instituciones financieras actúan con una estrategia mundial, en cambio, si actuamos por separado nos ayudamos en esas negociaciones y así debe ser en todas las demás actividades para actuar como lo que somos, una sola nación y no fragmentos o islotes separados.
J.G. Otro de los instrumentos a los que ustedes están apuntando en el Unasur, es al Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre).
A.R. Con el Sucre estamos tratando de resolver los problemas que han surgido en el sistema monetario mundial como consecuencia de las crisis de los países que servían de sustento para el valor de las monedas, en este caso, concretamente del dólar. A fin de cuentas, el dinero no es más que un símbolo de valor que debe ser respaldado por una economía sólida que se desarrolla y prospera. Las crisis generadas con el dólar y el euro, ponen en cuestionamiento cuál es el verdadero valor de estas monedas y la relación entre cada una de ellas en el mundo. De manera que es una estrategia correcta que en esta región busquemos, mediante acuerdos bilaterales como los que han ocurrido entre Brasil y Argentina para utilizar la moneda nacional, o como lo que se ha desarrollado a través del ALBA para ir generando mecanismos que sirvan para intercambios. Ya se ha avanzado significativamente en materia del Sucre y el ALBA, Venezuela intercambia con Ecuador, con Cuba y ha ido prosperando; hasta ahora estas actividades se realizan de manera electrónica y aspiramos a que el Sucre se convierta en una moneda que pueda acuñarse. Vamos avanzando a establecer intercambios con monedas electrónicas, sin embargo, no nos apresuramos porque esto podría representar efectos negativos.
J.G: En el tema de defensa, la Unasur también está trabajando de manera coordinada.
A.R Precisamente, uno de los Consejos que está actuando con mayor velocidad y alcance ha sido el Consejo de Defensa y Seguridad de la Unasur. Por ejemplo, viene el proyecto de constituir conjuntamente el proyecto del avión no tripulado. Pero lo más resaltante es que se avanza no en base a panoramas de conflicto, sino de paz, porque somos un territorio de paz además de una de las regiones más pobladas y que se declara como libre de armas nucleares; de modo que tenemos muchas cosas positivas que debemos y podemos desarrollar.
J.G. Resuma la postura de Unasur frente al otorgamiento de asilo diplomático al fundador de Wikileaks, Julián Assange
A.R. Como es sabido, en nuestra región hay acuerdos en materia de asilo político, no así en el caso de Europa. Sin embargo, un país que tiene tantas embajadas en el mundo y en la región, debería tomar en cuenta lo que es la tradición y una practica común de otorgar asilo.
Si bien no hay tratados que obliguen al Reino Unido a conceder el asilo, este debería en la visión de las relaciones diplomáticas internacionales respetar esta decisión.
J.G. Respecto al Reino Unido, donde se amenazaba con tomar acciones para arrestar al señor Assange dentro de las instalaciones de la embajada ecuatoriana invocando a una ley nacional, ¿Cuál es la postura de la Unasur al respecto?
A.R. En las prácticas civilizadas eso no puede entenderse sino como una barbaridad y un resabio de las estrategias imperiales. Por otra parte, cuando hay tratados internacionales como el que se refiere al tratado de Viena, además de la Carta de la ONU, esas son leyes superiores para los países signatarios y eso es lo que debe tomar en cuenta Gran Bretaña, al colocar leyes nacionales por encima de estos tratados internacionales, así que hay leyes obligantes para esa nación.
J.G Ustedes han promovido el diálogo y la solución de este caso, a través de la negociación directa, ¿Cuáles serían los parámetros aceptables para la Unasur sobre el momento que vive esta resolución del enfrentamiento que tienen actualmente estos dos países?
A.R. La regla de oro en las relaciones internacionales y diplomáticas, es la igualdad de los Estados y la del respeto a la soberanía. El día que las grandes potencias asuman esta realidad, pues tendremos un mundo mejor, más estable y más equilibrado.
J.G. ¿Cómo evalúa usted la velocidad de la Unasur para responder y fijar posición respecto a este tema?
A.R. El cambio de las realidades actuales, algo que deben entender las potencias es que el mundo está cambiando, incluso la realidad interna de estos países donde hay una declinación a ese poder. Hoy países como los de Unasur se han desarrollado y entendido que es necesaria la unión, incluso para el equilibrio mundial. De modo que el apoyo brindado a Ecuador, no es un simple problema de apoyo y solidaridad, sino una contribución para mantener el equilibrio y la estabilidad mundial.
J.G Sobre este tema, la Unasur hizo recientemente la declaración de Guayaquil, ciudad donde se reunió recientemente. ¿Cuál sería el próximo paso?
A.R. Tal como se recomienda en esa declaración, justamente el próximo paso es que Ecuador y Reino Unido retomen las negociaciones, sin embargo, ocurre un problema que muchas naciones plantearon y es que existe un documento escrito de la amenaza a la embajada de Ecuador en Londres. Eso debe resolverse en materia de las relaciones bilaterales, y ambos países han manifestado que están dispuestos a continuar las negociaciones; pero seguramente está inscrita en la agenda la solución del problema.
J.G. ¿Usted cree que la intervención de la Unasur tuvo un impacto en la acción y reacción del Reino Unido?
A.R Debería tenerlo porque no es cualquier cosa que toda una región del mundo, de la importancia de América Latina y el Caribe, se haya pronunciado tan unánimemente en cuanto al respeto a la integridad de la embajada de Ecuador en Londres.
J.G. ¿Cuáles diría usted que son los objetivos en largo y mediano plazo de la Unasur? ¿Dónde ve a usted a la Unasur en 10 años, en 20 años y en 50 años?
A.R. Yo veo a Unasur en el corto plazo posible, superando a esos 130 millones de seres humanos que viven en la pobreza e incorporados a un trabajo digno y estable participando en el desarrollo de la región. Pero más allá veo a Unasur aprovechando sus recursos naturales, integradas de manera económica, cultural, social y política como lo proclaman sus rectores. Veo a Unasur convertida ya en una gran nación pujante, creciente, desarrollándose y ayudando en la mejora de calidad de vida de la región, e incluso de otras regiones.
Por ejemplo, hay un mundo abierto para la interrelación de América del Sur, de toda América y África. Entender que todo el desarrollo de esta región, va a contribuir al desarrollo del norte y a la inversa, no solo proveeremos de productos a esa economía sino que seremos demandantes de productos de esa zona de la región. De tal manera que tenemos virtudes que debemos aprovechar en estas contribuciones, aunque eso implica un cambio en la visión del norte y del mundo y esa relación de dominio que ha estado en el orden de la historia mundial.

J.G Muchas gracias por haber estado con nosotros, les habló Jorge Gestoso desde Quito, Ecuador.


FSM.

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