Brasil
planea reducir los costos del gas natural doméstico mientras ensancha una
campaña para obligar a las firmas de servicios básicos y de energía a recortar
los costos de la energía, dijo el martes el ministro de Hacienda brasileño, Guido
Mantega.
El plan,
al que Mantega se refirió durante un viaje a París, todavía se está
desarrollando, pero requerirá que la compañía estatal de energía Petrobras baje
los precios del gas, indicaron funcionarios de Gobierno.
El
esfuerzo es parte de una iniciativa general del Gobierno para rebajar los
costos de la energía -que se cuentan entre los más altos del mundo- y para
darle mayor eficiencia a la economía de Brasil.
“Tenemos
que encontrar una solución”, dijo Mantega en París, de acuerdo a un reporte de
Agencia Folha. “No tenemos una solución para esto, pero tenemos que reducir el
costos del gas de cualquier forma que podamos”.
Mantega
dijo que la necesidad de tomar medidas se hacía más urgente por causa de la
caída en los precios mundiales del gas, provocada a su vez por la abundante y
nueva producción de gas esquisto de Estados Unidos.
Más
recientemente, el Gobierno modificó las tasas que aplican las compañías
brasileñas de electricidad.
Pero el
esfuerzo provocó un derrumbe en los precios de las acciones de las firmas de
servicios básicos e hizo temer que el Gobierno merme la capacidad de la
industria de invertir en nueva capacidad.
Para
lograr su meta en el gas, el Gobierno forzará a Petrobras -que prácticamente
monopoliza el suministro del combustible- a tomar medidas para asegurar que los
cortes se realicen, dijo el ministro de Desarrollo, Fernando Pimentel.
“Esto
demandará medidas de parte de Petrobras”, dijo Pimentel, según Agencia Folha.
“Será hecho”.
El
Gobierno ya obliga a Petrobras a mantener los precios de la gasolina y el
diésel por debajo de los niveles de los mercados mundiales. La decisión provocó
que la unidad de refino y suministro de la firma perdiera más de 8.000 millones
de dólares este año y su primera pérdida en 13 años durante el segundo
trimestre.
Las
plantas de energía alimentadas a gas -operadas en su mayoría por Petrobras- son
necesarias para complementar los embalses de Brasil, que suministran más de
tres cuartos de la electricidad de Brasil y que ocasionalmente deben detener o
desacelerar las operaciones para recargar sus depósitos de agua.
Los
esfuerzos para forzar los recortes en los precios se producen a expensas de los
inversores. Los precios de las acciones de las firmas de servicios básicos
-algunas controladas por el Estado, aunque éste posee participaciones
parciales- se han derrumbado en un 50 por ciento o más desde que el plan de
recortes se anunció, en septiembre.
Un plan
para ofrecer una renovación anticipada de las licencias de operación de
embalses, a cambio de los recortes en las tarifas de la electricidad, ha
llevado a temer un hundimiento en los ingresos, ganancias e inversión de las
firmas de servicios.
Como
resultado del plan, la semana pasada, Fitch Ratings rebajó la recomendación
para la estatal Centrais Eletricas Brasileiras, o Eletrobras, la mayor
eléctrica de América Latina a “BB” desde “BBB”.
FUENTE: Reuters
FSM.
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