Lula-Dilma |
En el
Foro San Martín creemos que es necesario que todos los suramericanos que
hablamos castellano, tengamos idea de la política en el país más extenso y
poblado de la América
del Sur. Para ayudar a ese objetivo, hemos preparado este informe. (Aceptamos contribuciones en guaraní, quechua, aymará, neerlandés u
otras lenguas usadas en la región).
Esta semana el ex presidente brasileño y líder del
Partido de los Trabajadores, Luiz Inacio Lula da Silva, lanzó la propuesta de
reelección para el año próximo de la presidente Dilma Rousseff durante el acto por los 10 años al
frente del gobierno del Brasil del PT y el 33º aniversario de la agrupación.
Casi al mismo
tiempo, los líderes del Partido de la Social Democracia Brasilera (PSDB), el mayor de la
oposición, lanzaban su candidato.
Fernando Henrique Cardoso patriarca del Partido de
la Social Democracia Brasilera (PSDB), y que fuera presidente los dos mandatos
anteriores al de Lula, fue terminante:
"Ahora
es ya mismo. El nombre del PSDB hoy es el de Aécio Neves. Según mi punto de
vista, él ya tiene que asumir sus responsabilidades, no de candidato sino de
líder del partido, para comenzar a recorrer Brasil”.
Junto a FHC, Sérgio Guerra, presidente del mayor
partido de oposición en Brasil, el PSDB, afirmó "El senador Aécio es el candidato de la gran mayoría del PSDB. Él debe
ser el presidente del partido, es el jefe que precisamos y el líder que
deseamos. No estamos 'ninguneando' a nadie pero Aécio es el candidato que el
PSDB tiene para Presidente de la República".
Dilma Rousseff es conocida y valorada en toda
América del Sur, y también fuera de ella. Aécio Neves da Cunha es un economista
y dirigente político joven (52 años), que gobernó el importante estado de Minas
Gerais – siempre significativo en la política brasileña, desde los tiempos de
Tiradentes - de 2002 hasta 2010. Fue el más joven gobernador de la historia de
ese estado. Y las encuestas – los nuevos augures de la política moderna – lo
dan como el más prometedor de los posibles candidatos del PSDB, por encima del
Gobernador del Estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, y de José Serra, último
candidato presidencial por ese partido.
Ninguno de esos dos dirigentes se muestra dispuesto
a aceptar sin resistencia su desplazamiento, y Aécio fue prudente: "No voy anticipar etapas porque no encuentro
que eso sea productivo. Antes de ser candidato a Presidente de la República tenemos que
presentar a Brasil una nueva agenda para los próximos 20 años". Pero
el resto de la dirigencia lo atribuye a su “estilo mineiro” (los oriundos de
Minas tienen en Brasil la misma fama que los cordobeses en Argentina:
acostumbrados a esconder su juego).
El resto de las fuerzas políticas brasileñas,
aunque les gustaría romper el bipartidismo que comenzaron a construir el PT y
el PSDB desde 1994, aparecen dispuestas a acomodarse a esta situación de hecho.
El PT irá, casi seguramente, acompañado desde la
izquierda por el Partido Socialista Brasileño (PSB),, que ha obtenido buenos
resultados en las elecciones municipales del pasado octubre de
2012 Su máximo referente, el gobernador
del norteño Estado de Pernambuco, Eduardo Campos, goza de popularidad, y hubo
rumores que presentaría una candidatura propia en 2014. Sin embargo, en varias declaraciones, Campos
dejó bien claro que apoyará la candidatura de Dilma. Su partido participa en el
gobierno encabezado por Rousseff.
Desde la derecha, el Partido Movimiento de la
Democracia Brasilera (PMDB) también seguirá al lado del PT. El actual
vicepresidente de la
República, Michel Temer, ya ha anunciado que su partido
seguirá apoyando a Dilma en 2014 y solo pensará en una candidatura propia en
2018.
El presidente del PMDB, el senador Valdir Raupp, lo
ratificó “No creo que haya tiempo para
preparar candidato a la
Presidencia en 2014. Para 2018 hay que empezar ahora porque
en 2018 el PMDB tendrá candidato propio”.
En tanto, la izquierda enfrentada al PT
aparentemente tendrá como candidata presidencial mejor posicionada a Maria
Osmarina Marina Silva Vaz de Lima, conocida como Marina Silva, que perteneció
por muchos años al PT y luego al Partido Verde, del cual acaba de alejarse.
Silva fue miembro del gabinete de Lula como
Ministra de Medio Ambiente del 2003 al 2008, pero se alejó por un desacuerdo
con políticas relacionadas con la deforestación de la Amazonía. En 2010 se
presentó como candidata presidencial, obteniendo un nada despreciable tercer
puesto, luego del PSDB, con el 19% de los votos, unos 20.000.000 de adherentes.
Silva va a participar en las elecciones de 2014 de
nuevo pero ya no al frente de los verdes pues está construyendo una fuerza
propia en torno a su Movimiento Social Nueva Política.
Debe señalarse que en un reciente sondeo nacional,
Marina Silva aparece como la segunda posible candidata con más consensos
después de la actual Presidenta Dilma, con un 18% de votos, cuatro puntos más
incluso que el candidato del oposicionista PSDB, Aecio Neves.
Esa última encuesta del Instituto Datafolha,
realizada en diciembre, hace dos meses, mostró que Rousseff cuenta entre el 53%
/ 57% de las intenciones de voto, y Lula da Silva, un 56%. Entre los otros posibles candidatos, el
senador Aecio Neves del PSDB recibe solamente el 14% de las intenciones de
voto.
Una reflexión general: En Brasil, como en el resto
de nuestra América, las fuerzas políticas deben adaptarse – con la lentitud de
los procesos históricos – a los cambios que trae la incorporación de los
sectores marginados de la sociedad. Un proceso que ya no puede demorarse, en
una región que está entre las que registra mayor desigualdad del planeta.
Aparentemente, en el gran país lusoparlante, con una
tradición federal y parlamentaria en su política más consolidada que en la
mayoría de los restantes, y donde la actividad política era en muchos casos el
ejercicio personal de una élite educada, ese proceso toma la forma de
consolidación de los partidos y alianzas políticas.
Podemos decir entonces que el apoyo a la reelección
de Dilma por parte de Lula, además de un gesto de generosidad, es una astuta
decisión política – frente al acoso judicial al que podrían someterlo sus
adversarios – y un paso importante en la consolidación del proyecto del Partido
de los Trabajadores. Al mismo tiempo, no se puede ignorar las posibilidades de
desgaste que el ejercicio del gobierno por un lapso prolongado trae consigo, y
vemos como otras fuerzas políticas renuevan sus liderazgos para el futuro.
FSM.
Muchas gracias!
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