El ajuste llega a
la cultura.
Erasmo de Rotterdam
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Humberto Podetti
nos acerca su inquietud frente a la probable desaparición de uno de los mejores
esfuerzos en pro de la cultura y de la juventud de Europa que llevó adelante la
Unión. Y no podemos dejar de verlo como una señal significativa del agotamiento
de un proyecto, al menos en su forma actual.
Erasmus en peligro
de extinción
Erasmus,
el programa de movilidad estudiantil y docente de la Unión Europea que hizo
posible el intercambio de 3.000.000 de estudiantes europeos cumple 25 años y
los festeja con fuertes recortes presupuestarios para pagar la fiesta de los
banqueros.
En
1987, bajo la inspiración del entonces Presidente de la Unión Europea, Jacques
Delors – una especie de Alberto Methol Ferré europeo - se creó el programa
Erasmus con un doble objetivo: mejorar la calidad y fortalecer la dimensión
europea de la enseñanza superior en todas las naciones que integraban la Unión.
También
se proponía fomentar la cooperación entre las Universidades, mejorar la
transparencia de los sistemas académicos y avanzar hacia el reconocimiento de
los estudios en todos los países cualquiera fuere la Universidad en la que se
hubiere estudiado. El medio elegido era promover la movilidad de los
estudiantes para que cursaran parte de sus carreras en universidades de países
distintos del de su nacimiento o residencia.
El
propósito de Delors era dar los primeros pasos hacia la formación de
generaciones sucesivas que se sintiesen europeas primero y recién luego
francesas, españolas, alemanas o italianas. Reunir jóvenes de distintos lugares
de Europa en una misma Universidad iba a provocar también el nacimiento del
amor, contribuyendo a la formación de parejas y más tarde de familias
binacionales, tal como lo sostenía Methol Ferré al impulsar el intercambio
estudiantil en América del Sur. De allí que entre los jóvenes, el programa se
conoce también como Erasmus Orgasmus.
En
sus 25 años de historia el programa hizo posible que 3 millones de estudiantes
universitarios europeos cursasen parte de sus carreras en universidades de
otros países, aprendiesen un segunda lengua – la más estudiada ha sido el español, pese a que no es lengua oficial de
la Unión Europea - y adquiriesen una conciencia continental.
Y
también iniciaran un tejido social nuevo, en el que las distintas partes de
Europa se reconociesen, se respetasen y se propusiesen extender el excepcional
período de paz que vive el continente de la guerra desde el final de la Segunda
Guerra, seguramente el período más largo de paz en la cruenta historia europea.
Es
decir, un programa humanista, comprometido con un futuro deseable. Y de costos
modestos, consistentes principalmente en la beca promedio de 250 euros
mensuales asignada a cada estudiante que participa en el programa.
Sin
embargo la insensata política económica impulsada por Alemania con el objetivo que
la fiesta del sistema financiero internacional la paguen los que menos tienen y
entre ellos en primer lugar los jóvenes, ha impuesto recortes a Erasmus por
aproximadamente 100 millones de euros, suma insignificante en el giro económico
europeo pero de vida o muerte para el programa.
Tal
vez entre las causas de esos recortes esté uno de los frutos más concretos de
Erasmus: la instalación de la idea que las Universidades deben responder a las
demandas sociales y no sólo a las necesidades de desarrollo de tecnologías de
las grandes corporaciones globales que financian sus proyectos de
investigación. O que una Europa integrada bajo esos criterios es una amenaza al
poder omnímodo de los mercados.
Estudiantes del
último capítulo de Erasmus, Erasmus Mundus, que extendió el programa a
Universidades de todo el planeta.
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Humberto
Podetti
Foro
San Martín
FSM
Pero, maldita sea. De haberlo sabido en el '87 hubiese activado mi potencial ciudadanía española y habría partido gustoso hacia tal cooperación. Más por lo de Orgasmus que por lo de Erasmus, claro. En aquel entonces, aún tenía una considerable dotación de balas en la cartuchera... por así decirlo. Todavía daba para un modesto latin lover.
ResponderEliminarYa en el plano de "lo serio", el último párrafo es un magistral resumen de la situación, estimado Humberto, y debe dejarnos una enseñanza de hierro a los sudacas que, empedernidamente, seguimos soñando con la Patria Grande: los cantos de sirena del Dios Mercado son letales. A diferencia de lo hecho por Ulises, no hay que tapar oídos con cera ni aferrarse a ningún mástil: hay que pelearles con lo que haya a mano. "En pelotas como nuestros paisanos los indios" si ha menester.
Abrazo al Foro y feliz 17.
Es natural que el autor tenga inquietudes por la cultura y la juventud de Europa: la culpa la tiene Alemania.
ResponderEliminar¿ Es esta una preocupación institucional del Foro o expresa la visión y los intereses personales del autor ?
No entendemos su comentario, Terencio ¿Alemania no sería parte de Europa, en su visión?
EliminarTómese un momento, lea el artículo y lo entenderá. Es muy sencillo.
ResponderEliminarNo es nuestra intención desvalorizar las opiniones de quienes comentan de buena fe. Pero hay un sarcasmo gratuito en su frase "Es natural que el autor tenga inquietudes por la cultura y la juventud de Europa: la culpa la tiene Alemania".
EliminarH. Podetti afirma "la insensata política económica impulsada por Alemania"; es un juicio compartido por muchos otros estudiosos y estadistas. Incluso europeos.
Es lo único que podría ser tomado como un cuestionamiento al gobierno alemán. Ud. tiene todo el derecho de estar en desacuerdo, y de considerar que esa política económica es sensata.
Pero es evidente que - si es cierto que la cultura y la juventud de Europa se perjudican por estas medidas - Alemania, como parte de Europa, también sufrirá.
Saludos
“La socialdemocracia fracasó”
ResponderEliminarEl prestigioso catedrático británico John Weeks, coincide con el Foro San Martín y evalúa que la Unión Europea se convirtió en el instrumento de Alemania para gobernar Europa. Afirma que el fracaso de la UE significará el reverdecer de los nacionalismos de derecha.
http://tw.gs/1zU9h
Auch wir Deutschen sind schuld
Freund Terencio, Glauben Sie, dass jeder gegen Sie?
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