Alí Rodríguez Araque, el Secretario General de la UNASUR |
Alí Rodríguez Araque,
el Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas, es un político
venezolano con una larga y apasionante historia, en la tradición del continente.
Fue el "Comandante Fausto" de los grupos armados de izquierda que
luchaban contra los gobiernos del llamado Pacto de Punto Fijo en los´60 y´70.
Luego asumió la política pacífica parlamentaria. Colaborando con el Presidente
Hugo Chávez, ha sido Ministro de Energía y Minas (petróleo), Secretario General
de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Presidente de PDVSA,
Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Economía y Finanzas.
Es Jorge Gestoso,
quien fuera durante 16 años la cara de la CNN en español, quien lo entrevista
en este reciente reportaje publicado por Telesur. En él Rodríguez Araque hace
referencia a temas puntuales, como la situación de Julián Assange, pero sobre
todo llamó a buscar una integración que permita consolidar la identidad de la
región, con proyectos que fortalezcan una cultura compartida, a través de los
ideales bolivarianos que veían a América Latina como una sola nación para
garantizar el desarrollo de todos y cada uno de sus habitantes. En el Foro San
Martín nos pareció interesante reproducirlo íntegramente.
Les
habla Jorge Gestoso desde la sede de la Unión de Naciones Suramericanas en
Quito, Ecuador. En el programa de hoy tendremos al secretario general de la
Unasur, Alí Rodríguez.
J.G.
Señor Alí Rodríguez, una cálida bienvenida al programa. Hay cierta falta de
información respecto a Unasur, cuéntenos y repasemos exactamente ¿Qué es
Unasur?
A.R.
Unasur es el resultado de un largo proceso, diría que de siglos, tal como lo
dice el preámbulo del acta constitutiva del organismo, tenemos una historia
compartida los doce países que integramos hoy la Unasur, por lo que inspiró
toda la gesta emancipadora de toda esta región no fue constituir naciones
separadas por si solas sino, como Bolívar esperaba de la América Española,
formar una sola nación.
Tenemos
el mismo origen histórico, ocupamos el mismo territorio, tenemos la misma
cultura, las mismas costumbres, incluso podríamos decir que compartimos los
mismos problemas.
J.G
La Unasur nace al mismo tiempo que varios organismos en América Latina, por
ello hay quienes pueden decir, ¿Para qué una más?
A.R.
Esto ocurre porque todo está alineado en el propósito que comentábamos, en un
mismo sueño de integración y la unión de todas las repúblicas de la región.
Bolívar incluso hablaba de una sola república, por eso se han desarrollado un
conjunto de iniciativas como la Comunidad Andinas de Naciones (CAN), el Mercado
Común del Sur (Mercosur), Asociación Latinoamérica de Integración (ALADI); en
fin, esfuerzos sistemáticos permanentes en la búsqueda de la unión.
La
Unasur surge ya, como lo dice su declaración constitutiva, como la búsqueda de
la identidad y la ciudadanía para que todos nos sintamos como integrantes de
una misma nación, que compartamos una misma ciudadanía e incluso podamos
desplazarnos igualmente indiferentemente por toda la extensión de los casi 18
millones cuadrados de territorio que conforman la Unasur.
J.G.
Desde el punto de vista de recursos naturales, ya sean de territorio o de
población como usted habla, ¿De qué cifras estamos hablando?
A.R.
La gran fortaleza que caracteriza a esta gran región, es precisamente la de
constituir el mayor reservorio de recursos naturales del mundo; no hay nada que
aquí no exista, tenemos la mayor reserva de agua dulce del mundo, tenemos 3 de
las ocho grandes cuencas del mundo, todos los minerales que existen están
alojados acá, la tabla periódica completa de Mendeleiev y posiblemente los
recursos minerales que aún no han sido clasificados.
Tenemos
el mayor reservorio vegetal del mundo, la mayor reserva de biodiversidad y el
mayor pulmón vegetal en la Amazonia, en fin, qué no hay acá si también tenemos
el mayor capital humano y todas las fuentes primarias de energía; agua, sol,
viento, gas, petróleo, entre otros; tenemos todo lo necesario para formar a
esta región en una gigantesca potencia no solo de recursos naturales sino en el
gran desarrollo sostenido de todos los seres humanos de la zona e incluso a los
de otras regiones.
J.G.
Hay quienes son escépticos y dicen que América del Sur, una región rica
habitada por pobres. ¿Qué nos está pasando, qué nos pasa, que con tantas
riquezas y recursos nos califican de subdesarrollados y tercermundistas?
A.R
Precisamente el gran reto que tenemos por delante, y es el objetivo inmediato
de los países que integran la Unasur, es la de superación de la pobreza.
Actualmente existen unos 130 a 134 millones de pobres; y la pobreza lleva
consigo muchos otros padecimientos como el hambre. De manera que debemos trazar
una estrategia y un plan para el aprovechamiento óptimo, racional de los
recursos naturales que tenemos que comprenden no solo la explotación o la
extracción, sino también la transformación; es decir, trazamos una política de
industrialización para superar algunas paradojas.
En
los intercambios extra regionales estamos exportando más materia prima que
productos elaborados, y los que exportamos son de baja composición tecnológica,
en cambio, en el intercambio intrarregional sucede lo contrario, es decir, que
el mercado interno regional nos ofrece gigantescas posibilidades para
garantizar el trabajo digno permanente para esos millones de pobres que
tenemos. Podríamos garantizar la preparación técnica de miles de suramericanos
para el despliegue del esfuerzo industrial, del desarrollo del conocimiento.
Estos avances podrían garantizar el desarrollo de la tecnología y el
intercambio cultural en general, de manera que las posibilidades que tenemos
por delante a través del desarrollo de la unión son inconmensurables.
J.G.
¿Cómo conciliar dentro de Unasur visiones tan diferentes?¿Se puede?
A.R.
La gran virtud que se tiene dentro de la Unasur es la unión de la diversidad,
aquí no se imponen patrones rígidos a los cuales deben someterse todos los
Estados miembros. Cada país en base a su soberanía, decide las reglas de su
política interna; ahora, dentro de toda esa diversidad hay intereses comunes
que definen una política o estrategia común en base a la cual todos trabajamos.
Por ejemplo, hay reiteradas declaraciones de la Organización de Naciones Unidas
(ONU) respecto al principio de la propiedad permanente y soberana de los
Estados y sus recursos naturales; lo que representa un principio rector que
todos compartimos y es recogido en todas nuestras constituciones. Está en el
interés común de todos nuestros Estados obtener el mejor provecho de todo el
potencial de la gran variedad de recursos naturales que tenemos, lo que
comporta un aspecto económico y ambiental.
En
lo económico, porque el acceso al recurso natural representa una contribución
en forma de regalías y también una contribución tributaria por el concepto de
los enriquecimientos que genera el aprovechamiento del recurso natural. También
toca el tema de la participación de los Estados en la constitución de las
empresas mixtas cuando no son estatales, incluso problemas de soberanía como es
donde se dirimen las dudas y controversias. Las controversias, por ejemplo en
Venezuela, deben resolverse en los tribunales venezolanos en base a mi
experiencia. En fin, cómo se realiza el aprovechamiento de los recursos
naturales sin que esto impida la participación de los capitales extranjeros, lo
cual es necesario.
Por
ello se debe tener una estrategia y un plan, que no solo implique la extracción
y transformación, sino la formación, el desarrollo de la tecnología,
financiamiento, que son factores que deben ser incluidos en todo el orden
económico.
J.G.
Ustedes está apuntando a crear una instancia donde nosotros regionalmente
podamos apelar a instancias de derechos humanos para que no tengamos que
recurrir, como lo hemos hecho hasta estos momentos, a instituciones donde
aparecen actores que no tienen nada que ver con la región. ¿Esa es una de las
formas?
A.R
El tema de los derechos humanos es un tema capital, y está incluido en los
principios rectores de la Unasur, y en eso hay criterios unánimes de la Unasur.
J.G.
También en el campo económico, financiero, ¿Podría ubicarse temas como, por
ejemplo, el Banco del Sur?
A.R.
Por supuesto, proyectos como de los que hablé anteriormente implican
gigantescas inversiones. Por ejemplo, una instalación de aprovechamiento
eléctrico a través de recursos hidrológicos implica inversión de miles de
millones de dólares; igualmente si son termoeléctricas, o refinerías, o
industrias de carbón o mineras, son inversiones mil millonarias, de manera que
eso implica tener organismos financieros e incluso contar con una nueva
arquitectura financiera de los países que integramos la Unasur, a través de
instituciones como el Banco del Sur, que deben ser fortalecidas para llegar a
tener capitales entre 20 y 200 mil millones de dólares para poder acometer
planes de gigantescas inversiones para obtener los beneficios que se quieren.
J.G.
¿Por qué no recurrir en lugar del Banco del Sur, a otras instituciones como el
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al Banco Mundial, al Fondo Monetario
Internacional? ¿Cuál sería la diferencia?
A.R.
El Banco del Sur va a financiar el desarrollo de la región, y dispone de
requisitos que no tienen la inflexibilidad ni el peso descomunal que tiene el
pago de los préstamos que tienen otras instituciones. Lo que está planteado es
que los países de la Unasur negocien de conjunto y no fragmentados como ha
venido ocurriendo actualmente. Si negociamos para un proyecto conjunto como la
construcción de un gasoducto, de una refinería o un proyecto hidroeléctrico,
los financiamientos serán mucho más suaves que si se negocian por separado. Las
instituciones financieras actúan con una estrategia mundial, en cambio, si
actuamos por separado nos ayudamos en esas negociaciones y así debe ser en
todas las demás actividades para actuar como lo que somos, una sola nación y no
fragmentos o islotes separados.
J.G.
Otro de los instrumentos a los que ustedes están apuntando en el Unasur, es al
Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre).
A.R.
Con el Sucre estamos tratando de resolver los problemas que han surgido en el
sistema monetario mundial como consecuencia de las crisis de los países que
servían de sustento para el valor de las monedas, en este caso, concretamente
del dólar. A fin de cuentas, el dinero no es más que un símbolo de valor que
debe ser respaldado por una economía sólida que se desarrolla y prospera. Las
crisis generadas con el dólar y el euro, ponen en cuestionamiento cuál es el
verdadero valor de estas monedas y la relación entre cada una de ellas en el
mundo. De manera que es una estrategia correcta que en esta región busquemos,
mediante acuerdos bilaterales como los que han ocurrido entre Brasil y
Argentina para utilizar la moneda nacional, o como lo que se ha desarrollado a
través del ALBA para ir generando mecanismos que sirvan para intercambios. Ya
se ha avanzado significativamente en materia del Sucre y el ALBA, Venezuela
intercambia con Ecuador, con Cuba y ha ido prosperando; hasta ahora estas
actividades se realizan de manera electrónica y aspiramos a que el Sucre se
convierta en una moneda que pueda acuñarse. Vamos avanzando a establecer
intercambios con monedas electrónicas, sin embargo, no nos apresuramos porque
esto podría representar efectos negativos.
J.G:
En el tema de defensa, la Unasur también está trabajando de manera coordinada.
A.R
Precisamente, uno de los Consejos que está actuando con mayor velocidad y
alcance ha sido el Consejo de Defensa y Seguridad de la Unasur. Por ejemplo,
viene el proyecto de constituir conjuntamente el proyecto del avión no
tripulado. Pero lo más resaltante es que se avanza no en base a panoramas de
conflicto, sino de paz, porque somos un territorio de paz además de una de las
regiones más pobladas y que se declara como libre de armas nucleares; de modo
que tenemos muchas cosas positivas que debemos y podemos desarrollar.
J.G.
Resuma la postura de Unasur frente al otorgamiento de asilo diplomático al
fundador de Wikileaks, Julián Assange
A.R.
Como es sabido, en nuestra región hay acuerdos en materia de asilo político, no
así en el caso de Europa. Sin embargo, un país que tiene tantas embajadas en el
mundo y en la región, debería tomar en cuenta lo que es la tradición y una
practica común de otorgar asilo.
Si
bien no hay tratados que obliguen al Reino Unido a conceder el asilo, este
debería en la visión de las relaciones diplomáticas internacionales respetar
esta decisión.
J.G.
Respecto al Reino Unido, donde se amenazaba con tomar acciones para arrestar al
señor Assange dentro de las instalaciones de la embajada ecuatoriana invocando
a una ley nacional, ¿Cuál es la postura de la Unasur al respecto?
A.R.
En las prácticas civilizadas eso no puede entenderse sino como una barbaridad y
un resabio de las estrategias imperiales. Por otra parte, cuando hay tratados
internacionales como el que se refiere al tratado de Viena, además de la Carta
de la ONU, esas son leyes superiores para los países signatarios y eso es lo
que debe tomar en cuenta Gran Bretaña, al colocar leyes nacionales por encima
de estos tratados internacionales, así que hay leyes obligantes para esa
nación.
J.G
Ustedes han promovido el diálogo y la solución de este caso, a través de la
negociación directa, ¿Cuáles serían los parámetros aceptables para la Unasur
sobre el momento que vive esta resolución del enfrentamiento que tienen
actualmente estos dos países?
A.R.
La regla de oro en las relaciones internacionales y diplomáticas, es la
igualdad de los Estados y la del respeto a la soberanía. El día que las grandes
potencias asuman esta realidad, pues tendremos un mundo mejor, más estable y
más equilibrado.
J.G.
¿Cómo evalúa usted la velocidad de la Unasur para responder y fijar posición
respecto a este tema?
A.R.
El cambio de las realidades actuales, algo que deben entender las potencias es
que el mundo está cambiando, incluso la realidad interna de estos países donde
hay una declinación a ese poder. Hoy países como los de Unasur se han
desarrollado y entendido que es necesaria la unión, incluso para el equilibrio
mundial. De modo que el apoyo brindado a Ecuador, no es un simple problema de
apoyo y solidaridad, sino una contribución para mantener el equilibrio y la
estabilidad mundial.
J.G
Sobre este tema, la Unasur hizo recientemente la declaración de Guayaquil,
ciudad donde se reunió recientemente. ¿Cuál sería el próximo paso?
A.R.
Tal como se recomienda en esa declaración, justamente el próximo paso es que
Ecuador y Reino Unido retomen las negociaciones, sin embargo, ocurre un
problema que muchas naciones plantearon y es que existe un documento escrito de
la amenaza a la embajada de Ecuador en Londres. Eso debe resolverse en materia
de las relaciones bilaterales, y ambos países han manifestado que están
dispuestos a continuar las negociaciones; pero seguramente está inscrita en la
agenda la solución del problema.
J.G.
¿Usted cree que la intervención de la Unasur tuvo un impacto en la acción y
reacción del Reino Unido?
A.R
Debería tenerlo porque no es cualquier cosa que toda una región del mundo, de
la importancia de América Latina y el Caribe, se haya pronunciado tan
unánimemente en cuanto al respeto a la integridad de la embajada de Ecuador en
Londres.
J.G.
¿Cuáles diría usted que son los objetivos en largo y mediano plazo de la
Unasur? ¿Dónde ve a usted a la Unasur en 10 años, en 20 años y en 50 años?
A.R.
Yo veo a Unasur en el corto plazo posible, superando a esos 130 millones de
seres humanos que viven en la pobreza e incorporados a un trabajo digno y
estable participando en el desarrollo de la región. Pero más allá veo a Unasur
aprovechando sus recursos naturales, integradas de manera económica, cultural,
social y política como lo proclaman sus rectores. Veo a Unasur convertida ya en
una gran nación pujante, creciente, desarrollándose y ayudando en la mejora de
calidad de vida de la región, e incluso de otras regiones.
Por
ejemplo, hay un mundo abierto para la interrelación de América del Sur, de toda
América y África. Entender que todo el desarrollo de esta región, va a
contribuir al desarrollo del norte y a la inversa, no solo proveeremos de
productos a esa economía sino que seremos demandantes de productos de esa zona de
la región. De tal manera que tenemos virtudes que debemos aprovechar en estas
contribuciones, aunque eso implica un cambio en la visión del norte y del mundo
y esa relación de dominio que ha estado en el orden de la historia mundial.
J.G
Muchas gracias por haber estado con nosotros, les habló Jorge Gestoso desde
Quito, Ecuador.
FSM.
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